Beethoven quería subrayar sus propósitos de fraternidad universal, por lo que compuso esta sinfonía inspirándose en el poema de Friedrich Schiller titulado An die Freude (A la Alegría), y conocido como Oda a la alegría, se ha convertido en símbolo de la libertad. Precisamente, una adaptación de la sinfonía, realizada por Herbert von Karajan es, desde 1972, el himno de la Unión Europea.
Se estrenó en Viena el 7 de mayo de 1824. Esta era la primera aparición en escena de Beethoven después de doce años y la sala estuvo llena. Nadie quiso perderse el estreno de la sinfonía y de la que se presumía sería la última aparición pública del genio alemán, y efectivamente así fue: en los tres años siguientes, se recluyó en casa aquejado de diversas enfermedades que lo postraron hasta su muerte el 26 de marzo de 1827.
La traducción de la letra correspondiente al fragmento más conocido de la obra es la siguiente:
¡Alegría, bella chispa divina,
hija del Elíseo!
¡Penetramos ardientes de embriaguez,
oh celeste, en tu santuario!
Tus encantos atan los lazos
que la rígida moda rompiera.
Y todos los hombres serán hermanos
bajo tus alas bienhechoras.
hija del Elíseo!
¡Penetramos ardientes de embriaguez,
oh celeste, en tu santuario!
Tus encantos atan los lazos
que la rígida moda rompiera.
Y todos los hombres serán hermanos
bajo tus alas bienhechoras.