La época del Barroco se caracterizó por el desarrollo de un arte que buscaba la perfección. La música era adornada y creativa. Por encima de todo, procuraba causar asombro y maravillar al público.
Fue la edad de oro de la música: no había acontecimiento social en el que no estuviera presente. Si no había evento para celebrar, lo creaban, ya fuera en una iglesia, en una sala palaciega o en un teatro.
Es la época del apogeo de un instrumento grandioso: el órgano de tubos. Su sonido potente y solemne resulta espectacular y sobrecogedor.
Durante la época Barroca se compusieron numerosas obras para el órgano de tubos.
La música instrumental durante el Barroco experimentó un gran desarrollo y una gran riqueza de formas y géneros.
Los músicos comenzaron a reunirse en los salones de palacio para tocar juntos. Surgieron así los primeros conciertos.
De la unión de la literatura y del teatro nació la ópera, un forma musical que consistía básicamente en un teatro musical.
De esta época son los mejores artesanos de violines, llamados lutieres. Los fabricados por el lutier Antonio Stradivari son auténticas joyas.