Henry Purcell (1659-1695)
Uno de los grandes compositores británicos, Purcell pasó gran parte de
su corta vida como compositor, organista y cantor al servicio de la
Capilla Real de la monarquía inglesa que había sido abolida por el
gobierno de la Commonwealth de Oliver Cromwell. Sus aptitudes como
compositor eran extraordinarias: escribió obras escénicas, música de
iglesia y ligera, y era un maestro de la puesta en música de textos y de
las técnicas compositoras contemporáneas. Purcell solo compuso una
ópera en el más puro sentido de la palabra, una obra breve – Dido y
Eneas – que estaba pensada para un colegio femenino, así como una serie
de semi-óperas donde la música no es particularmente dominante que
incluye “la reina de las hadas”, “El rey Arturo”, “Diocleciano”, “La
reina india”; otras obras de importancia: “Odas para el día de Santa
Cecilia”, cantatas, canciones, trío-sonatas, himnos y música
eclesiástica. La sustileza de su sentido rítmico (especialmente en el
manejo de palabras en inglés) y de la armonía contribuyeron a su elevada
reputación en el siglo XX que continúa en la actualidad. La influencia
de su música ha sido notable en la obra de Holst, Britten y otros.
